(COMENTARIOS PARA LA ESCRITORA, GRAX )
CAP 3 "Hay cosas que no se pueden contar..."
Por Bill:
Había amanecido, y por la comodidad de aquella cama no me percaté que ya eran como las nueve de la mañana. Estrujé las sábanas y me acomodé, realmente no quería salir de ahí, la cama estaba tan cálida, no recuerdo desde cuando no dormía en una verdadera cama, todo lo que conocía era colchones en el piso con unas mantas que picaban... ¿Cómo llegué a parar aquí así de de repente? Mi vida había dando un giro tremendo.
Estando en la carretera mi decisión era tirarme a la pista cuando pasara un camión o algo grande, y acabar con todo de una buena vez, después de lo que pasó mi vida no tenía un rumbo ni un sentido aparente, lo que más deseaba en ese instante era simplemente desaparecer... lo sé, soy un cobarde, pero es que nadie sabe por todo lo que pasé alguna vez.
No podía volver a dormir... el brazo me picaba, si existiera la posibilidad de cortármelo y que vuelva a crecer sin duda lo haría. Me removía en aquella cama cómoda. ¿Qué le diría a Tom? De seguro querría respuestas o al menos llevarme de regreso a casa, a un a casa en la que nunca más regresaría, pues no tenía familia. Mi padre me maltrataba y casi no veía a mi madre, así que el Gobierno intervino quitándole la potestad a él y pasándola a mis tíos, me pusieron en una familia en la que no me sentía parte. Mis primos me hacían la vida imposible, así que un día escapé. Caminé por tantos lugares y me integré un una pandilla de chicos de la calle, al principio era un buen grupo para sobrevivir, robar algo de comer, ver la manera de engañar a la gente para conseguir dinero. Escapábamos del gobierno que quería meternos en reformatorios o albergues, ninguno de nosotros, un grupo de cinco, deseaba ir a alguna institución.
Pero las cosas se empeoraron entre nosotros por mi causa, por alguna razón ellos habían tenido una idea la cual proporcionaría más dinero...
Flash Back:
-Bill - Llamó Gustav, era un rubio de 17 años, el mayor de todos nosotros, el líder de la banda, estábamos todos en nuestro escondite, en un edificio abandonado que aun tenía servicios de agua y luz, increíble, pero así era-
-Si - Respondí-
-Estaba pensando una manera grandiosa de hacer dinero, no sé si te gustaría pero veo que tienes buena pinta, llamas mucho la atención-
-¿De qué se trata? - Dije curioso-
-Bueno, sabes, he hablado con Samuel ¿Lo recuerdas? - Era un tipo muy serio, pero que nos frecuentaba a veces, era raro con nosotros, era un comerciante de droga-
-Claro, el que vende la pasta.
-Ese mismo, tiene dinero, y mucho.
-Si lo sé ¿Quieres hacerle una jugada? ¿Engañarlo? Pero sería un tanto peligroso ¿No crees? Él tiene muchas influencias.
-Lo sé, pero de eso no se trata, Bill ¿Recuerdas cuando te dijimos que hay ciertas cosas que uno debe de cumplir para entrar a la fraternidad? - Empecé a asustarme... acaso quería que haga algo que no quería-
-Lo recuerdo, pero qué tiene que ver.
-Pues que te ha tocado cumplir con es... Samuel quiere comprarte, sólo será una noche, no será nada malo, todos pasamos por eso alguna vez - Tragué saliva, no quería, nunca pensé que debía entregarme a alguien así, no, definitivamente no. Me puse nervioso, los cuatro chicos me miraron esperando alguna respuesta.
-Yo... no quiero, no me agrada, no sé ni qué debería hacer, simplemente no quiero.
-Tranquilo - Dijo Jeremy, mi más cercano amigo ahí en la fraternidad - Samuel no es malo, en realidad paga muy bien.
-¿Tú estuviste con él? - Lo miré sorprendido, Jeremy era el menor de todos nosotros, yo tenía 13 y él tenía apenas 12 años, tenía cabello negro igual que yo, la mayoría que nos veía nos daba por hermanos, lo consideraba mi hermano en cierta forma-
-Sólo una vez... - Agachó la cabeza un tanto avergonzado. Rayos, no quería.
-No quiero, Gustav por favor, no quiero.
-Bill - Dijo Gustav muy serio - Sabes que te hemos tenido mucho cariño, eres parte de nosotros y todo eso, pero sabes - Sacó un sobre de su bolsillo - Él ya pagó, mira, 1000 euros por ti, la mitad es tuyo y la otra mitad es de la fraternidad, él es muy cariñoso, suele dar regalos caros y no te hará nada que te duela - Estaba helado, me sentía acorralado, el tal Samuel tendría sus 35 años por lo menos, y era muy horrible, simplemente la idea me parecía horrenda.
-Gustav, no - Retrocedí dando con la pared, Gustav se levantó de la silla en donde estaba sentado y se me acercó-
-Escucha, ve a bañarte y arreglarte, verás que sólo será una hora máximo, ese es el trato, si se excede contigo si te hace daño yo mismo entraré al cuarto y te sacaré de ahí, estaré para cuidarte - No confiaba en lo más mínimo, Samuel tenía guardianes y todo eso, en nuestra pandilla Gustav era el único mayor, todos los demás teníamos entre doce y catorce años.
-Por favor, Gustav no quiero - Él miró a Jeremy-
-Jeremy, acompaña a Bill a alistarse - Jeremy me tomó de la mano y me condujo hacia la habitación que había en aquel lugar donde dormíamos, había un baño con una ducha y me metió ahí.
-Bill, sé que es difícil, pero sólo será una vez - él se veía asustado como yo-
-No quiero, en verdad no voy a poder, nunca lo he pensado, no soy gay, no me gusta Samuel.
-Lo sé, pero sólo será por hoy nada más, báñate ahora - Cerró la puerta del baño y estuve bajo el agua por mucho tiempo, me sentía perdido, cómo escaparía, sería entregado a un hombre que me causaba repulsión, no tenía la protección de quienes consideraba mi nueva familia. Pasando mucho rato, Jeremy tocó la puerta del baño, creo que había pasado como media hora y ni siquiera había cogido el jabón.
-Bill, Gustav se enfadará si no sales - Cerré la ducha y tomé la toalla y salí-
-Jeremy, ayúdame, de verdad no quiero, ayúdame a salir de aquí.
-No puedo ¿A dónde irás? Bill, sólo será una hora... - Por alguna razón él lucía nervioso y eso me ponía nervioso a mí también - Conmigo también fue así, después Gustav te engreirá. 1000 euros, con eso puedes hacer muchas cosas.
-Pero ¿Y si después quiere que lo haga otra vez?
-No pasará, ya no tendrás el mismo valor, pagan por chicos vírgenes, después te dejan en paz.
-Dios, Jeremy, no quiero ¿Por qué no me constaste que sería así conmigo? - Me miró y luego agachó la cabeza, estaba secándome el cabello.
-Lo siento, hay cosas que no se pueden contar...
-¡Rayos Jeremy! No quiero - Me sentía impotente. Jeremy tomó mi mano y me sentó en una silla, trajo ropa nueva y me ayudó a vestirme.
-Te vez guapo pero te falta algo - Sacó de un cajón una cajita de maquillaje - Pondré algo de maquillaje en tu rostro y te verás genial.
-Jeremy, cuanto más feo me vea mejor, así talvez ese hombre cambie de opinión - Me sonrió, le parecía un chiste, pero yo moría por dentro, no lo iba a permitir así tenga que salir golpeado de ahí.
-Listo, estás muy lindo, ahora escúchame - Me tomó de la mano - Siempre es difícil, sólo piensa en algo bonito, inventa una historia en tu cabeza mientras él hace lo que tiene que hacer, no tienes que hablar de nada, sólo sigue sus instrucciones, Gustav cumple su palabra, sólo será una hora, ahora ven conmigo - Me levanté y temblaba como nunca, sentía nauseas, debía pensar en escapar - No te eches para atrás, sólo hazlo Bill.
-Jeremy... - Dije en un susurro - Y si hablo con el tipo, si le convenzo que no quiero-
-Él ya pagó, no hay marcha atrás - Apretó mi mano y salimos de la habitación, Gustav y dos de mis "hermanos" nos esperaban ahí-
-fuiiiiu - silbó Gustav - ¡Que bonito estás! - Dijo sarcástico - Bien, yo lo llevaré y ustedes me esperan aquí, nos están esperando-
-Gustav - Dije asustado - Pagaré tus 1000 euros, los conseguiré de alguna manera, dame una semana - Se me acercó con el ceño fruncido-
-Bill, ya basta de mariconadas, en verdad es sólo un momento, 1000 euros en una hora y listo, cuando todo haya pasado habrás ascendido de rango, como Jeremy, míralo, tiene muchos favores de la fraternidad, es muy obediente, no le costó nada hacer lo mismo - Miré a Jeremy y él agachó la cabeza. Gustav puso una mano en mi hombro - Te protegeremos.
-¿Qué pasa si no quiero? - Dije molesto, ya toda esa situación se salía de control.
-Algo muy malo, existen reglas, cuando algo ya está pagado se tiene que cumplir y punto.
Me tomó del brazo y me sacó de aquel lugar, había un auto negro que esperaba por nosotros, definitivamente estaba perdido.
-Trata de llevarte bien con él, ya sabes, siempre lo verás por estos lados, nada de asustarte y esas mierdas, es hombre como nosotros, y será por un rato nada más, iré contigo y esperaré en la puerta, cualquier cosa que pasa ahí adentro es secreto Bill, no diré nada de nada, si crees que te está maltratando gritas mi nombre y yo entraré, por algo somos "hermanos" - Trató de tranquilizarme pero yo no confiaba-
-Gustav... - No tenía más voz, ni qué decirle.
Llegamos al auto y un señor nos abrió la puerta entrando yo primero y después Gustav. Ahí adentro estaba Samuel quien puso una mano en mi pierna, y me sonrió.
-Samuel - Dijo Gustav - Ya sabes el trato, Bill sabe lo que tiene que hacer.
-Estás hermoso Bill...
El tal Samuel me hablaba una serie de cosas que preferí no hacer caso, habían muchas conversaciones a mi alrededor, pero no prestaba atención a ninguna de ellas, sentía que estaba yendo a la horca, que iría a morir, el tiempo se hacía muy lento, eso de que era sólo una hora me parecía mentira. El auto paró en un lugar muy tranquilo, había un gran edificio, se veía lujoso.
-A pocas personas traigo aquí - Dijo Samuel - Siéntete afortunado, será tu primera vez en todo sentido - Me dio nauseas.
Bajamos todos de ahí y nos dirigimos por la puerta trasera de aquel lugar, no había personas, pero parecía muy lujoso, me pareció extraño, un edificio lujoso sin personas. Subimos a un ascensor y nos dirigimos a un penthouse, en el último piso. Cuando la puerta se abrió, unos guardias lo esperaban. Samuel me tomó de la mano y me invitó a entrar. Gustav me miró y asintió con la cabeza.
-Estaré aquí - Me dijo - Aquí en la puerta - Sólo íbamos a pasar a aquel lugar Samuel y yo, y si esa puerta se cerraba estaría perdido, mi corazón latió muy rápido, una ola de adrenalina se apoderó de mí, temblaba y tenía los ojos muy abiertos, miré a mi alrededor muy rápidamente, divisé en ascensor aun abierto con la luz encendía, tenía dos salidas, o entraba con Samuel a aquel lugar, o me metía de regreso al ascensor y escapaba, con riesgo si, pero escapaba. No lo dudé más y corrí hacía el ascensor, los oí gritar, tanto a Samuel como a sus dos guardias y a Gustav también. Entré en el ascensor y éste se cerró, apreté no sé qué botones y éste empezó a descender, respiraba muy asustado, ahora qué haría, me sentía perdido, pero aun con toda la adrenalina en el cuerpo, lo único que deseaba era escapar de ahí. El ascensor se detuvo y la puerta se abrió, me encontraba en la salida, y no había personas así que corrí para salir y escuché unos gritos de unos hombres que decían "Ahí está, ese es el muchacho" Me buscaban pero logré salir hacia la calle y corrí lo más que pude, pasando casas y departamentos, crucé la pista y me sentí cansado. Divisé un parque, aunque no habría muchas personas, pues era ya casi media noche, decidí permanecer ahí, había mucha luz y podría estar seguro.
No sabía si debía regresar. Jeremy, Cristian y Andreas eran mis amigos, ellos me entenderían, podrían ponerse de mi lado, así que decidí regresar, además tenía dinero mío con ellos, talvez no lo recuperaría del todo pero si regresaba antes que Gustav podría suplicarles que me dejaran llevar algo de aquel dinero que ayudé recolectar.
Sabía que sería expulsado por no obedecer con los tratos y reglas, a dónde iría ahora... otra vez solo en las calles.
Pasaron algunas horas y llegué a la "casa" a nuestra guarida. Entré con cuidado y divisé si había regresado Gustav, todo estaba en silencio y a oscuras, me di con la grata satisfacción de que no estaba, entré a la sala y llamé a Jeremy en un susurro. Pero salieron de la habitación Cristian y Andreas.
-¿Bill? - Llamó Andreas - ¿Qué haces aquí? ¿Y Gustav?
-Lo siento... vengo a despedirme, no pude con el trato - Los notaba algo raros, me miraban serios y apenas había luz para saber qué pasaba-
-Esa es muy mala noticia - Me contestó Cristian, en un rincón pude divisar en la oscuridad a Jeremy.
-¿Jeremy? - Llamé-
-¡Huye Bill! - Me gritó, y mis amigos Andreas y Cristian me cogieron de los brazos-
-¡Ahh! - Grité. Ahí en la oscuridad cerca de Jeremy, se levantó una silueta que conocía muy bien... Gustav, salió y se me acercó, encendió a su paso la luz tenue.
-Hola Bill - Al ver su rostro me asusté, tenía muchas marcas en toda la cara, golpes, moretones... por mi culpa.
-Gustav, lo siento - Dije sollozando - Lo siento en verdad, sé que no me van a querer más con ustedes, lo sé, no lo merezco - mi respiración aumentó, sabía que si Gustav se molestaba algo malo podría ocurrirme, solía ser "justiciero"
-Sabes, aparte de perder 1000 euros, he perdido más dinero, he tenido que pagar 1000 más por toda la vergüenza, aparte de todo lo que me hicieron, no tienes perdón - Me miró furioso y agaché la cabeza - siéntenlo ahí - Ordenó.
Me sentaron en una mesa y Gustav sacó una navaja de sus pantalones, me asusté y Jeremy gritó.
-Andreas, llévate a Jeremy afuera, tú quédate aquí - Le ordenó a Cristian-
-Gustav, lo siento, por favor, no me hagas daño, te pagaré los 2000 euros, lo juro - Se me acercó más y tomó mi brazo, Cristian me sujetó por detrás.
-Hay reglas Bill, no quisiste ser una puta por una hora, lo serás para siempre - Clavó la navaja en mi brazo y grité.
-¡AHH! ¡Gustav perdón no más! - Pero siguió, traté de moverme pero Cristian me tenía muy sujetó, era más grande que yo, todos lo eran menos Jeremy. El dolor se hizo horrible, no veía qué me hacía en el brazo, seguía cortándome, sentí mi sangre salir, el tiempo se hizo eterno y lo único que podía hacer era gritar.
-Tápale la boca - Ordenó Gustav - Aun no acabo - Con una mano Cristian me tapó la boca y ya casi no sentía dolor, todo se hacía tan irreal. Sentía que desfallecería en cualquier momento - Terminé, ese es el mensaje que quiso dejarte Samuel, lo recordarás para siempre, eso te pasa por desobedecer mis órdenes, te tratamos bien y mira como nos pagas - Cristian me soltó y cogí mi brazo ensangrentado, pegándolo a mi pecho - Mañana será otro día - Caí al piso llorando, sentía que no tenía fuerzas - Ahora todos a dormir - Ordenó y entró Jeremy a socorrerme-
-Bill - Se arrodilló y me susurró - Ven conmigo, debemos lavar esa herida o se infectará - No quería moverme de ahí, quería desaparecer, ya no me sentía parte de la fraternidad, este ya no era un lugar seguro, me sentía otra vez solo... - Se infectará Bill.
-Que se infecte, así me muero más rápido - Se levantó y salió de ahí, pero al momento regresó con una manta-
-Si dormirás aquí debes abrigarte, ten - cogí con mi brazo sano la manta y me cubrí - Bill... - Me miró preocupado - Si en verdad te parece difícil todo esto es mejor que te vayas hoy, mañana será peor.
-Por qué lo dices.
-Gustav querrá recuperar su dinero y aún eres virgen - Tenía razón, de seguro Gustav haría eso.
-Estás seguro - Dije asustado-
-Si... - Se remangó la manga del brazo y me mostró una venda... siempre se la había visto pero nunca le pregunté el por qué la tenía. Se la abrió y me mostró una cicatriz que pude leer sin esfuerzo, decía "Perra", me puse frío - Intenté escapar pero no pude, así que me marcó y me entregó a Samuel por más dinero... y fue más tiempo... y no sólo fue Samuel esa noche...
-¡Jeremy! - Dije asustado, mi casi hermano, había pasado por todo eso-
-Escapa Bill, yo no puedo sobrevivir lejos de Gustav, ahora soy parte de aquí y me tratan mejor que antes, pero a ti, te harán sufrir y te harán pasar por lo mismo que a mí, no te veo capaz de soportarlo, vete lejos de aquí.
-Jeremy... - Dije otra vez llorando-
-No llores, llorar es para débiles, tú no lo eres, ahora mientras Gustav crea que no podrás escapar por la herida que te ha hecho aprovecha, sal de una vez - Se levantó y con cuidado entró a la habitación para luego salir.
-¡Jeremy que esperas para dormir! - Dijo Gustav desde la habitación-
-Perdón, ahora voy - Contestó asustado, acercándose a mí, me levanté sin hacer ruido - Ten esto - Me habló en susurros - Son sólo 10 euros, ve a la estación de tren, compra un boleto y anda lo más lejos posible de esta ciudad, pero no regreses que será peor - Lo abracé tratando de no llorar más.
-Te extrañaré Jeremy - Le susurré al oído-
-Tambien yo, ahora vete - Me besó la mejilla y salí con mucho cuidado de ahí. Cuando estuve afuera cubrí mi brazo con la manga de mi polera y caminé.
Llegando a la estación de tren compré un boleto y me enrumbé rumbo hacia la nada. Subí y dormí un poco ahí, estaba acostumbrado a dormir en cualquier superficie. Cuando desperté estaba en Hamburgo, una ciudad hermosa, talvez si encontraba algún grupo en donde refugiarme.
Aquella vez caminé sin rumbo dos días, sin comer, sin dormir. Empecé a tener un horrible malestar por todo el cuerpo y hasta me sentí afiebrado, la herida que tenía en el brazo estaba haciendo efecto. Cuando me remangué el brazo pude leer las letras "Eres mi puta" horrendo mensaje, deseaba morir en ese instante. Me percaté que era primero de septiembre, supuestamente mi cumpleaños, ahora cumplía 14 años y quería que sean los últimos de mi vida.
Caminando por una extensa carretera la lluvia me pegó, ni sabía que hora era, todo lo que quería era desaparecer, mojé mis ropas un rato y limpié un poco la herida que tenía en el brazo y empezó a picarme, sabía que era una mala señal, debía conseguir una venda... Y me encontré, o más bien me encontró un joven, muy amable...
Fin del flash Back
La cama era muy cómoda, pero debía despertar, por el silencio que hacía en aquel hermoso departamento supuse que Tom se había ido... ¿Qué le diría cuando regresara? ¿Debía esperarlo acaso? Me moví un poco más en la cama y estiré mis brazos, la herida que tenía en uno de ellos, me picaba, puse ambos brazos debajo de la almohada topándome con algo suave ahí debajo, era esponjoso y suave, sonreí y lo saqué, estaba por caerse de la cama. Me apoyé sobre mis codos y lo miré.
-Un osito de felpa, Tom duerme con un oso - Abracé al oso y quise dormir otra vez. Tom era simplemente el hombre más amable que había conocido...
2 comentarios:
como le pudo ggustav hacer eso a bill
esq simplemente no hay palabras
pobresillo ToT!!!
*O* yo pensaba ke le habian hecho
daño a bill pero no fue asi ke alivio
pero gustav ke era como un hermano para bill
y tom ke tierno con su osito
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