"NOCHE DE CUMPLEAÑOS" CAPI 1
Por Tom:
Era primero de septiembre, el día estaba finalizando prácticamente me encontraba regresando de la fiesta de cumpleaños que mis amigos me habían organizado, geniales ellos, querían sorprenderme pero la verdad era que no me gustaba mucho las fiestas locas, pero mis amigos insistieron tanto que terminé por convencerme para ir a un video pub a tomar algo y bailar un rato.
Ni bien entré ya deseaba regresar a casa lo antes posible, y al pasar el rato la mayoría, por no decir todos, de amigos estaban tan ebrios y las conversaciones se hacían sexistas y aburridas. De todas maneras me había divertido, pero decidí retirarme. Salí de ahí y me dirigí a mi departamento pues debía descansar porque al día siguiente tendría clases, allá mis amigos irresponsables, yo no lo era, o trataba de no serlo.
A mis 18 años me consideraba un tanto maduro pues aprendí a vivir solo desde que tenía 15, mis padres se habían separado y me tocó vivir con mi madre Simone. Pero ella trabajaba mucho, así que prácticamente me independicé a temprana edad cuando decidí estudiar música en el conservatorio, mi deseo era llegar a ser un gran pianista algún día.
Vivo en un pequeño departamento que mi tío me dejó para que lo cuidase mientras él permanecía en el extranjero por motivos de trabajo.
Me dirigí a mi auto y se enrumbé hacía mi departamento, aun eran las 11 de la noche y como no estaba acostumbrado a beber alcohol, y no lo hice a pesar de ser mi cumpleaños, sabía que podía manejar sin problemas.
Ya en mi auto prendí la radio, algo de música siempre conseguía relajarme. Hacía mucho frío, y vientos helados me azotaban las mejillas, así que cerré todas las ventanas, una tormenta se avecinada y prefería llegar a casa lo antes posible.
La tormenta empezó y las lunas empezaron a empañarse con las gotas de agua.
-Mierda... - Exclamé, ahora debía manejar con más cuidado-
La carretera estaba desolada. Mientras manejaba me pareció ver la silueta de alguien que caminaba totalmente empapado en la lluvia, parecía no importarle su estado, caminaba cabizbajo. Me detuve y bajé la luna de la ventana.
-¡Hey tú! ¿Para dónde vas? Puedo llevarte - Pero no obtuve respuesta, el pequeño, porque era un chico, un adolescente de apenas 13 o 14 años, cómo saberlo, siguió su rumbo sin mirarme o hacerme entender que me había escuchado, así que seguí insistiendo - La lluvia está muy fuerte - Me parecía muy raro, aquel jovencito ni siquiera me daba la cara.
Pero ese pequeño, dejó de caminar y temblando se llevó una mano al la cara y empezó a sollozar, algo le dolía, definitivamente no estaba bien. Así que inmediatamente bajé de mi auto y se acerqué con mucho cuidado.
-Discúlpame, no sé qué te pasa pero es muy noche, puede ser muy peligroso por aquí, puedo ayudarte a regresar a casa.
-No... - Dijo en un murmullo-
-Bueno... ¿Estás bien? - Pregunté preocupado, el pequeño tenía agachada la cabeza y se frotaba un brazo con desesperación titiritaba de frío así que me saqué la chaqueta y se la puse sobre sus hombros, él estaba con mucho frío pues estaba totalmente mojado.
-¿Qué quieres? - Me preguntó un tanto confundido-
-Bueno no sé, te veo aquí en plena lluvia y si vas a algún lado puedo llevarte - Me estaba mojando ahí parado junto a él, pero no regresaría a mi auto hasta saber que esté seguro, y lo mejor sería si lo llevara conmigo a su destino, donde sea que esté yendo.
-¿Por qué? - Las preguntas del pequeño me confundían ¿Acaso iba a quedarse bajo la lluvia ahí parado?
-Pues porque te estás mojando, lo siento por ser insistente, pero dejarte aquí podría ser peligroso, eres un niño - Ya el frío empezaba a hacerme titiritar-
-No lo soy, acabo de cumplir 14 años, hoy... - Qué sorpresa, su cumpleaños fue hoy...
-Oh, que curioso, también acabo de cumplir años hoy... - Lo miré y le sonreí, pero él seguía con esa mirada inexpresiva - Estamos mojándonos, vamos, te llevo, no muerdo - Volví a sonreírle pero no obtuve ninguna reacción de su parte-
-¿Llevarme a donde? - Le miré un tanto sorprendido ¿Acaso este pequeño andaba por ahí sin rumbo?
-¿Estás yendo a algún lado?
-No... - Que extraño-
-Oh... - Me confundía, intrigaba e impacientaba - Pero y tu casa ¿Dónde vives?
-No tengo casa - Dijo y bajó la cabeza-
-Pero alguna familia, amigos, alguien, no creo que no tengas una casa.
-Pues cree lo que quieras - frunció el ceño y seguía parado frente a mí, y no supe que más hacer o decir, pero no le dejaría ahí solo, por alguna razón que desconocía de mí no dejaría a este pequeño aquí en medio de la nada.
-Y estás caminando por ahí sin rumbo como un fantasma - Pregunté como para hacerle ver que no tenía sentido lo que me decía-
-Eso hacía - Me impacientaba cada vez más-
-Vamos pequeño, sube que te llevo a algún lugar más seguro que éste - El pequeño empezó a toser, estaba titiritando de frío así que me armé de valor, lo tomé del brazo y abriendo la puerta de mi auto lo invité a subir. Me miró algo dudoso pero la lluvia se intensificó, parecía baldazos de agua en vez de gotas, intentaba hablarme pero por el ruido de los truenos no pude escucharlo y terminó subiendo a mi auto.
Ya en el auto permaneció callado, no sabía dónde estaba yendo, o qué le había pasado, nada de nada, tampoco sabía qué decirle y realmente no lucía nada bien, arranqué el auto.
-Tienes... digo si, tendrás algo de comer aquí - Preguntó muy tímido. Lo miré y me di cuenta del aspecto que aquel niño tenía sentado a mi lado, estaba empapado de agua y tenía el maquillaje corrido, interesante que un niño tan pequeño se maquillara.
-Aquí no, pero si tienes hambre te invito a cenar - Veía que aquel chico se apretaba un brazo con desesperación - ¿Qué pasó con tu brazo? Te duele - El pequeño agachó la cabeza, y se hundió en el asiento.
-Bueno... no pasa nada. - Sabía que me mentía, pero no quería insistir.
-Oh... ¿Cómo te llamas?
-Bill - Dijo y luego me miró-
-Me llamo Tom - Hubo un silencio incómodo. El comportamiento de aquel pequeño que se llamaba Bill me parecía extraño, se veía tan indefenso, vulnerable. Cómo era posible que esté andando por ahí bajo la lluvia sin un abrigo y al parecer con hambre.
-Bill... sé que no me quieres decir donde vives, o a donde ibas... pero no es bueno andar por ahí a estas horas de la noche, es peligroso.
-Qué sabes tú de peligros... - Dijo con una voz suave, suspiró después y se miró el brazo, frotándolo un poco.
-Bueno, no mucho pero soy mayor que tú - Me miró - No quieres regresar a tu casa ¿verdad?
-No... no tengo casa - Me miró, y algo me decía que me estaba mintiendo, todo niño tiene casa, todo niño debía tener una casa...
-Entiendo, pero si algo malo ocurre contigo puedo ayudarte.
-Nadie puede - Y ahí estaba otra vez esa mirada inexpresiva-
-Bueno al menos quiero intentarlo ¿Vale? - Me miró y luego dirigió su mirada a su brazo izquierdo que lo tenía pegado a su pecho, con el puño bien cerrado-
-¿Tendrás... una venda? - Preguntó un poco ruborizado-
-¿Una venda? Cómo para qué - Tenía algo en el brazo, estaba seguro de eso-
-Sólo quiero saber - Me miró algo nervioso-
-Qué tipo de venda - Pregunté como para saber qué le pasaba-
-Una para vendar - Dijo alzando una ceja, rayos, no podía sacarle nada y me daba mucha curiosidad.
-¿Qué quieres vendar? - Sabía que lo quería para su brazo-
-Mi brazo - Detuve el auto en plena carretera, pasaba algo y lo tendría que saber ya.
-¿Ha pasado algo verdad? Tranquilo - Intenté calmarlo, pero en realidad él lucía muy calmado, aun así algo me decía que lo que le pasaba en el brazo era realmente grave.
-Y ¿Tienes una? - Preguntó-
-Si - Volví a poner el auto en marcha esta vez con mayor velocidad, me preocupaba de sobremanera Bill, qué había pasado, al parecer no quería hablar, parecía estar tranquilo, pero se sobaba el brazo con insistencia.
Al llegar a mi departamento, lo ayudé a bajar y lo invité a pasar. Bill se sentó en el pequeño sofá que tenía en la sala, miraba todo aquel lugar con un ligero asombro.
Por mi parte me dirigí hacía mi habitación, tenía un pequeño botiquín, buscaría alguna venda, esparadrapos, alcohol, agua oxigenada, alguna pomada desinfectante; pasaba algo raro con aquel pequeño que tenía en casa.
Salí de mi habitación con todo eso trayendo además una toalla y algo de ropa para que se cambiara, si permanecería mojado de seguro contraería un resfriado.
-Bill - Le llamé mientras él estaba mirando un acuario de peces pertenecientes a mi tío Óscar, a él le gustaban los peces y yo los cuidaba, teníamos una variedad de ellos, algunos muy, muy caros. Si se moría alguno tendría que pagarlo talvez con todo un año de trabajo. Bill se volteó y me miró con una pequeña sonrisa.
-¿Son tuyos? - Señaló los peces en el acuario-
-Exactamente no, son de mi tío, pero yo los cuido - Dije acercándome a él-
-Me gustan - Aquella sonrisa fue muy linda, tenía un bello rostro-
-A mi también... - Puse el pequeño botiquín sobre el sofá - Bueno, tengo las vendas y es mejor que te cambies esas ropas mojadas, o te resfriaras o algo. Se volvió a sentar y extendió una mano para que le diese las vendas.
-¿Puedo ayudar?
-No - Contesto tratando de evitar mi mirada-
-Pero... por favor, quiero saber si es grave - Me senté a su lado-
-La herida no es grave - Con cuidado me acerqué más a él-
-¿Puedo verla?
-Te burlarás de mí.
-¿Cómo crees? - Lo miré sorprendido-
-Todos lo hacen.
-Es una herida, juro no burlarme - Extendió su brazo y se remangó la polera, que estaba manchada de sangre, un escalofríos recorrió mi espalda en ese instante, no podía creer lo que veían mis ojos, eran cortes, pero no cortes simples, eran muy bien delineados, en la longitud de su brazo unas letras que traté de leer aparecieron "Eres mi puta" decía. Abrí mis ojos de la impresión y vi a Bill llorar en silencio, no emitía ningún sonido, sólo lágrimas corrían de sus ojos y se ruborizó de vergüenza por mostrármelo, tomó las vendas que tenía y empezó a taparse el brazo con ellas.
-¡Oh por Dios! - Dije - Discúlpame, no quise reaccionar así... Esto es grave Bill, esto es algo que uno no debe callar.
-Tú qué sabes - Dijo intentando envolver su brazo con las vendas-
-No sé nada, pero es grave, espera, primero debes desinfectarla - Tomé con mucho cuidado su brazo y empapé un algodón con un poco de alcohol. Bill me miró sorprendido y también lo miré para pedir su aprobación - ¿Puedo?
-Que más da - Me dijo en un murmullo-
-Te arderá un poco.
-No más que mi corazón - Tragué saliva y enfocando mi mirada en la herida puse el algodón sobre aquellas horribles letras que formaban una oración espeluznante. Sentí como se estremecía y trataba de aguantar el dolor.
-Lo siento - Dije al verle contenerse-
-Está bien - suspiró hondo y cerró los ojos fuertemente-
Terminé de limpiar las heridas y unté mis dedos con un poco de pomada para heridas, los puse ahí acariciándole el brazo, Bill, quien cerraba sus ojos fuertemente, emitió un gemido.
-Lo siento.
-Sigue... - Después de eso envolví la herida con las vendas y las sujeté con unas venditas. Cuando lo solté pegó su brazo a su pecho.
-Ahora debes cambiarte, te traje esto - Le mostré una polera negra y unos jeans - Bueno, es lo más pequeño que tengo, es de cuando tenía 16 años, es mejor que te cambies, pondré tu ropa en la maquina para que se lave y se seque ¿Te parece? - Bill me miró un tanto incómodo-
-¿A cambio de qué? - Me sorprendí con la pregunta-
-A cambio de nada, no quiero pedirte nada, sólo quiero ayudar.
-¿Por qué?
-Pues porque veo que lo necesitas - Me parecía muy extraño tener que racionalizar así con el pequeño, pero las ganas de hacer algo por él incrementaban aun más.
-Bueno... creo que necesito... - Se ruborizó - ¿Tienes algo de comer? - Preguntó bajito - Abrí mis ojos y recordé que Bill tenía hambre.
-Si, claro, voy a sacar algo de comida mientras te cambias de ropa ¿Está bien? ven, voy a mostrarte mi habitación para que te cambies ahí, puedes usar el baño, puedes hacer lo que quieras ¿De acuerdo? - Asintió con la cabeza y tomando las ropas que le había dado se adentró siguiéndome a mi habitación.
-Esta es, pasa - Después de que entró, cerré la puerta detrás de él y me dirigí a la cocina, saqué algo del refrigerador, una pizza que había guardado, puse agua a hervir y alisté la mesa para cenar junto a él "Que niño, santo cielo, cómo pudo alguien hacerle eso" pensé, aun no había salido de mi asombro. Sentía un nudo en la garganta de sólo pensar en el peligro que había estado, esas palabras se repetían una y otra vez en mi mente, quién había sido capaz de marcar a un niño de esa manera, dejarle semejante cicatriz en el brazo, horrendo realmente, espeluznante.
Terminé de poner la pizza sobre la mesa y un pastel que encontré, pues en la mañana había venido Anita, mi novia, y me regaló esta torta de chocolate en forma de corazón, me había comido la mitad de todo ese pastel junto con ella, y ahora compartiría la otra mitad con mi invitado inesperado.
Al tener todo listo fui hacia la habitación y toqué la puerta.
-Bill... - Llamé y no obtuve respuesta, escuché el agua de la duche caer - "está bañándose" pensé - Fui hacia la cocina comedor otra vez y esperé a que saliese.
Pasaron como quince minutos y la puerta de la habitación se abrió saliendo Bill con una enorme polera y arrastrando los pantalones que le había prestado.
-Me queda grande - Mostró sus brazos, las mangas de la polera eran más largas que sus brazos.
-Si, ya veo - le sonreí - Tú eres pequeño, ven, tengo tu cena aquí - Le mostré la mesa en donde estaba la pizza y la tremenda poción de torta de chocolate decorada con cursis corazones de dulces.
-Gracias - Fue lo único que dijo e inmediatamente después se sentó para comer cogiendo la pizza desesperadamente, engulléndola después con desesperación. Eso me sorprendió ¿Acaso no comía en días...?
-Cuidado y te atoras - Le dije pasándole un vaso de leche - Ten, es leche - Bill no pudo agradecer pues tenía la boca llena de comida.
Me senté a su lado y corté un pedazo de pastel poniéndolo en un plato se lo pasé para que probara.
-Hoy fue mi cumpleaños - Le conté - Anita me trajo esta torta - Bill me miró sorprendido mientras terminaba la pizza.
-Mi cumpleaños fue hoy también... - Ambos nos miramos sorprendidos-
-Feliz cumpleaños - Le dije y Luego le sonreí. El pequeño Bill agachó la cabeza.
-No tiene mucho de feliz -Mi sonrisa se borró-
-Bueno, ya no es nuestro cumpleaños ahora, ya es dos de septiembre, son casi las dos de la mañana.
-Oh...
-Creo que debemos dormir - Hubo un silencio algo tenso entre los dos-
-No quiero causar molestia - Dijo apenado-
-No sería molestia, mañana con más calma hablaremos ¿Te parece? Te veo cansado - Tenía un semblante demacrado, pobre pequeño, todo lo que sabía era que algo malo le había pasado.
-Puedo dormir en la sala - Me dijo-
-Mejor en mi habitación, yo puedo dormir en la sala, ven - Me levanté de la mesa y lo llamé con la mano para que me acompañase, se levantó y me siguió un poco tropezándose por mis pantalones que llevaba, le sonreí ante ese hecho y él me devolvió la sonrisa.
Ya en la habitación, recogí sus ropas mojadas que yacían en el piso.
-Bill, pondré esta ropa en la máquina y tú puedes dormir aquí, mañana me levantaré muy temprano y necesitaré entrar por mis cosas, ya mañana espero que me puedas contar donde vives o a donde ibas.
-Está bien, pero si este es tu cuarto yo debería dormir en la sala - Prefería que durmiese aquí pues así podría controlar que no se vaya sin saber quien era exactamente o por si se llevaba algo.
-Eres mi invitado y como sólo hay una habitación disponible te la presto - Había otra habitación que permanecía cerrada, la de mi tío-
-Gracias... Tom - que dijera mi nombre me alegró. Se sentó en la cama y decidí salir.
-Que descanses
-Tú también - Me mirada de manera tierna, pero tuve que cerrar la puerta.
Ya en la sala me acomodé en el sofá, tenía una bolsa de dormir y estuve recostado, prendí el televisor y me puse a ver programas musicales para matar el tiempo, mañana tendría clases y debía salir a las 7 de la mañana, y aun eran las 2 y por alguna razón no podía conciliar el sueño, talvez esa razón descansaba en mi cama, en mi habitación...
2 comentarios:
la historia esta muy linda e intrigante, quien le podria haber hecho esa horrible cosa a Bill es somo un niño
lo bueno es q ahora esta con Tom y seguramente el cuidara de el
*O*
esta muy bueno el fic me encanto
U.U
pobre de bill (maldito el que le hiso eso) ò.ó
que bueno que se encontro con tom para que lo cuide :D
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