Mi Otra Mitad... por Pink Girl (CAP 16)

(NO OLVIDEN LOS COMENTS PARA LA CHICA PINK GIRL)

¡NO! CAPITULO 16

Flash Back (narradora)

Hamburgo, diciembre de 1992

-¡No puedes hacerme esto Simone!- Le gritó Jorg, mientras ella le daba unas cajas que contenían las fotos de sus gemelos quedándose con unas cuantas de recuerdo.

-¡No me hables, no me digas qué hacer o qué no hacer! ¡Te queda claro! No soy nada tuyo ahora, mi hijo y yo nos vamos lejos- Dijo furiosa-.

Habían regresado del juzgado de familia, Simone no pudo quedarse con sus dos gemelos, el juzgado había aprobado la petición de Jorg que le permitía tener la custodia de uno de ellos.

-Puedo quedarme aquí unos meses, así ambos veremos a nuestros hijos ¿Por qué tienes que hacerlo todo más difícil?- Dijo él, buscando una solución.-.

-¡Cómo pudiste! ¡Es que no sabes que los bebés deben permanecer con la madre! ¡Jorg por Dios! Cuantas veces tengo que decírtelo ¡No tienes alma!- gritó furiosa mientras terminaba de empacar las maletas con las cosas de Bill-.

-Tengo derecho, el hecho de que sea el padre no me quita el derecho de cuidar de uno de ellos, yo los amo, no es justo que los separemos así.

-¡Pues quien los separa eres tú!

-Quiero quedarme en Hamburgo, podemos... - Suspiró-... sólo quiero decir que podemos intentarlo otra vez...

-¡Calla!- Interrumpió Simone- Después de esto, de lo que me has hecho, no quiero saber nada más de ti tú has muerto para mí, y sabes una cosa, me llevaré a Bill muy lejos, no sabrás de él ni de nosotros nunca.

-¡Eso no es justo! ¡Y qué pasará con Tom! ¿Te has puesto a pensar en él?- Dijo mirándola tajantemente-.

-¿Tom? ¡Le quitaste a su madre ahora, eso pasó, es huérfano de madre por tu culpa! no los utilices para atarme a ti Jorg, lo nuestro se acabó, y sabes ¡Creo que después de esto jamás podré perdonarte!- Llorando, muy dolida, terminó de empacar sus cosas y las de Bill de aquella casa remolque-.

-¿Te das cuenta de tus palabras?-Insistió Jorg en su desesperación de encontrar una salida, no quería que sus gemelos se separasen, quería mantener contacto con Bill y Simone.

-¿Mis palabras? ¡Tus actos Jorg! ¡Tú me quitas un hijo, y juzgas mis palabras!

Salió de la habitación, vio a sus gemelos jugando cerca al árbol de navidad, abrazó a Tom y le dio un beso.

-Cariño... - Empezó a llorar inevitablemente- Voy a extrañarte mucho, recuerda que te amo.

Jorg salió de la habitación y fue donde Tom y Simone.

-Simone, no es la forma, lo estás confundiendo- Dijo intentando tomar a Tom separándolo de ella, el pequeño estaba muy confundido, no sabía por qué su madre lloraba.

-¡Maldito seas Jorg!- Gritó en su desesperación-.

-¡Basta Simone, no delante de ellos!

Ambos tomaron a sus niños en sus brazos. Simone llevó a Bill y sus pertenencias a su auto.

Ella se fue a la casa de sus padres por algunos meses mientras buscaba trabajo.

Jorg no pudo conseguir un nuevo trabajo en Hamburgo y, cansado de esperar noticias de Bill o de Simone, partió de regreso a Bremen, de donde era originalmente.

Fin del flash back

No se puede vivir sólo de amor. La vida es muy complicada de definir, sólo sé que estoy orgulloso de mi hijo Tom, él es un buen chico y jamás tuve problemas con él, ha sabido tener resiliencia.

Cuando lo traje a Bremen, fuimos a vivir a la casa de mi hermana Sandra por un tiempo, no quería que le falte una madre ni que se sienta solo o abandonado. Mi trabajo siempre fue difícil. Increíblemente él nunca se olvidó de su hermano Bill, a veces lo encontraba viendo el álbum de fotos que conservamos de él y le contaba historias de cómo era, cada cumpleaños me pedía verlo. Pero por aquellos tiempos no tenía la más mínima idea de donde pudiera estar Simone. Hasta que un día leí una revista de una casa de diseño de modas, había una foto de ella con un señor, era su nuevo esposo. Había una dirección de una tienda de artículos de moda. En uno de mis viajes la visité, ella no me vio pero fue fácil pedirle el número de su casa a su secretaria. Así un día la llamé y pregunté por Bill; ella aun resentida, demoró como tres años en concretar una visita de Bill, le dije que era por Tom, que él quería verlo con insistencia. Simone me dijo que ella prefería no ver a Tom, que habían pasado años y no quería confundirlo. Así fue como recibimos la tan ansiada visita de Bill, cuando él tenía tan sólo 8 años, pero como si la vida se empecinara contra nosotros ocurrió lo del árbol, esa caída, impidió que Simone accediera a otra visita. El resto es historia.

Haber conocido un poco más a Bill, era un sueño hecho realidad, mi hijo, gemelo de Tom pero tan diferente. Tenía mucho de su madre, incluso en su manera de vestir, curioso, pero aun así lo amaba por ser uno de mis hijos, sólo tenía dos en esta vida.

Regresé del trabajo cansado, la paga no es tan buena, pero aun así pude criar a Tom, nada le faltó en esta vida. Fui a comprar algunas cosas para el almuerzo. Esperaba encontrarlos a los dos descansando después la faena de anoche, tenía mucha curiosidad por saber cómo le fue a Bill, parecía un chico muy delicado para el trabajo temporal que acostumbra tomar Tom.

Al entrar a casa, sólo vi al conejo fuera de su cesta que paseaba cerca de los muebles "aun no regresan" pensé. Fui hacia mi habitación pero oí algo proveniente del baño. Uno de ellos tomaba una ducha. Seguí pasando de largo pero me detuve al oír voces, no era uno solo y no sólo tomaban un baño.

-Oh si, más fuerte ahhh - Reconocí la voz de Bill.

-Bill eres... Ooo... - Y ese era Tom.

-Más dentro Tomi ahhh más...ahh... - Y no estaban bañándose.

La presión se me bajó de golpe, una sensación de frío y nauseas recorrieron mi cuerpo, no fue nada difícil saber que pasaba ahí "¡Maldición Tom, qué están haciendo!" con mucho cuidado salí de la casa. Necesitaba aire para respirar, estaba ahogándome, la sensación era muy abrumadora.

Recuerdo una vez que de casualidad pesqué a mi hijo teniendo relaciones sexuales con Heidi en su habitación, cerré la puerta y salí de la casa para darles privacidad. No podía creer que a sus 14 años él ya tenía esas prácticas, pero lo entendí, fui a la tienda y le compré una caja de preservativos. Al día siguiente cuando los vio, muy avergonzado me agradeció. Tuvimos nuestra primera conversación de hombre a hombre esa mañana.

Pero esto era diferente, estaba conmocionado, decepcionado y muy preocupado. Decidí ir a la casa de Henry. Necesitaba un trago, tiempo para pensar, todo esto era como una pesadilla "Tom qué estás haciendo"

Por Tom:

Jamás imaginé ver y sentir a Bill de esta manera, tan deseoso, descontrolado, estábamos teniendo sexo sin control, aun después de estar molidos por la noche de trabajo, simplemente no podíamos parar. Y eso me gustaba.

-ahhh- Gimió fuerte Bill para después correrse en la ducha. Lo sujeté de la cadera al ver que le faltó las fuerzas para mantenerse en pie, exhausto intentó sujetarse de la manija de la ducha, aun gimiendo volteó a verme- Sigue...

Aun dentro de él, continué embistiéndolo hasta llegar al orgasmo, arremetiendo contra él en una liberación tan placentera.

-Ahhh Tom, ahora si no puedo más- Dijo intentando mantenerse en pie, salí de él y ambos salimos de la ducha, apoyé a Bill, quien temblaba, en mi hombro. A mi también me temblaban las piernas.

-Lo sé, tampoco doy más.- Dije exhausto-.

Nos secamos y vestimos, aun agitados salimos de ahí, lo conduje a mi habitación, y él se recostó, cayendo rápidamente en un profundo sueño, se veía tan lindo. Besé su frente y fui a la sala a recostarme en el sofá, también estaba muy cansado, necesitaba dormir y lo haría todo el día probablemente.

Desperté cuando la puerta de abrió y entró algo de frío, era mi padre que venía del trabajo. Intenté levantarme, el cuerpo me dolía, así es cuando uno trabaja, algo de dolor o cansancio es parte de trabajar y si le incluyes un momento caliente aun más todavía.

-Hola papá- Dije despertándome-.

-Hola... ¿Dónde está Bill?- preguntó en un tono un tanto raro-.

-Duerme en mi habitación- Dije estirándome-.

-¿Está bien? ¿Hay algo qué quieras contarme Tom?- No sé por qué pero cuando mi padre preguntaba tantas cosas en ese tono era porque quería hablar conmigo, no sé cual era su punto, pero lo conocía.

-¿Pasa algo papá?- Dije preocupado-.

-Tom, vamos a fuera quiero conversar contigo- Me puse frío, es que de seguro quería decirme que Bill no se podía quedar por Simone y todo eso, que debíamos hablar con él para que regrese o su familia allá se molestaría, pero yo no quería eso, quería que se quede para siempre junto a mí.

Me puse un abrigo y salimos, me hizo subir a su camión para no pasar frío.

-Y bien- Dije sonriendo- cual es el problema ¿No se puede quedar? Vamos papá, él llamará a Simone mañana, le haré recordar yo...

-Tom- Me interrumpió- No puede quedarse, tiene que regresar cuanto antes- Empecé a preocuparme, me puse serio.

-Tú también querías que se quede ¿Qué está pasando, hablaste con Simone acaso?- Y mi padre empezó a mirar a todas partes, cómo buscando las palabras adecuadas para hablarme, me ocultaba algo.

-Tom ¿Me estás ocultando algo?- En realidad yo era quien le ocultaba algo- ¿Hay algo que debo saber?- Me puse frío, por qué me preguntaría eso, no lo entendía. Aun así no pude evitar esquivar su mirada, empecé a ponerme nervioso.

-No entiendo papá ¿Qué te ocultaría? No tengo nada que ocultarte- Dije serio, intentando esquivar su mirada-.

-Esto es difícil hijo, yo... Tom lo sé- Sentí algo punzante en mi pecho, me puse pálido, sentí frío, sentí que el aire me faltaba "No puede ser lo que estoy pensando"

-No sé a qué te refieres papá, esta conversación no me gusta, yo...

-Los escuché Tom, en la ducha, tú y él- "¡Maldición! Esto no puede estar pasando" Bajé la mirada, ahora todo estaba descubierto ¿Qué diría? ¿Qué diría alguien en esta situación? No creo que exista alguien sobre la tierra que pasara por una situación así, que se enamore de su gemelo y tenga que hablar de eso con su padre.

-Papá, yo...- Con voz temblorosa intenté hablar- por más raro que suene, no sé que pensarás de mí pero, es que yo lo amo, papá amo a Bill y es correspondido- Con el corazón bombeando a mil, no pude evitar sentirme tan mal, sentía un nudo en la garganta, estaba al borde de las lágrimas, esto podía ser el fin de todo, de mi relación con Bill, de mis sueños, de mi vida, de todo.

-Hijo- Dijo poniendo una mano en mi hombro- No lo entiendo, talvez nunca lo entienda, en parte sé que mi culpa, pero no se puede Tom, no es correcto- Algo dentro de mi se rompió, la desesperación de apoderó de mi, empecé a llorar "No, no puede estar pasando esto"

Mi padre me abrazó, consolándome. Me sorprendió su actitud, pero sus palabras me desesperaban.

-Todo tiene límites- Me separé de él-.

-¡No! No quiero separarme de él- Dije aferrándome a su chaqueta en un intento de convencerlo de mi amor por Bill, de que lo quería a mi lado para siempre.

-Tom, lo siento tanto, en verdad, no se puede.

-¡No!

-¿Qué piensas hacer? ¿Te casarás con tu gemelo y vivirás feliz para siempre? Cuando su madre se entere será el fin, es incesto sabes que es ilegal, que es un crimen.

-¡No! No me importa si es un crimen no me alejaré de él.

-Entonces tendré que hablar con Bill

-¡No! No lo alejes de mí papá, nos queremos, no buscamos esto.

-Aun así debe irse- Sentenció fríamente-.

-¡No!- La desesperación era desbordante.

-Hijo no lo hagas más difícil, no es correcto, no es normal es enfermo Tom, date cuenta

-¡No! Yo no sé qué decirte... hablaré con Bill, veré la forma de arreglarlo- Dije como para dar terminada esa conversación.

-Está bien, pero debe irse.- Sentenció-.

Empecé a ver todo borroso, es que no podía estar pasando, cómo no pensamos en eso, sólo queríamos vivir el momento. Jamás me puse a pensar qué pasaría si nuestro padre o su madre se enteraran, o si alguien más lo sabría, era lógico que no lo vieran como normal, que creyeran que es enfermo. Me puse a pensar ahí en el carro, en unos minutos de silencio. No podía dejar de llorar. Pensaba objetivamente en toda nuestra relación, apenas días de vernos, apenas nos conocíamos y aun así era lo que siempre deseé en esta vida, mi mitad, así lo veía yo, como si lo hubiese estado esperando desde antes. Ahora ponerse a pensar que era enfermo, incestuoso, inmoral, pecaminoso, sucio, un acto criminal; era realmente abrumador.

-Pensé que estabas con Heidi, ya sabes, aquella vez que los descubrí- Rompió el silencio.

-Eso fue hace mucho papá, ella es como mi hermana.

-Oh si, ella si es tu hermana ¿no?- Dijo sarcásticamente.

-No sé qué más decirte- suspiré, calmando mi llanto-.

-Habla con Bill hoy, arregla las cosas, aun estás a tiempo.

¡Maldición! Bajé del carro y fui a dar un paseo caminando, no quería seguir hablando, necesitaba pensar. No dejaría a Bill, eso no estaba a discusión, debía hablarle si, advertirle que nuestro padre sabía, idear un plan, algo, pero dejarlo eso nunca. No me rendiría yo lo amaba, sea mi gemelo, este mal o no, sea un crimen, lo amaba y eso podía más que yo. No lo dejaría, primero muerto a estar sin él.

Por Bill:

Abrí los ojos e intenté moverme, pude sentir el dolor de todos mis músculos, estaba deshecho. Aun no podía creer cómo fui capaz de hacer el amor en la ducha. En parte me sentía tan feliz ya no dolía, fue increíble, Tom era increíble. Talvez había descubierto o desperado algo en mí, un deseo de tenerlo siempre de estar con él íntimamente a cada rato "Bill eres un pervertido, cómo pudiste" "pudiendo, aun ahora lo deseo a pesar de todo" "¿Te das cuenta de tus palabras?" "si ¿Dónde estará Tom?".

Salí de la habitación y me percaté de la hora, eran cerca de las seis de la tarde ya estaba oscureciendo. Había mucha luz en la sala, mi padre miraba un programa en la televisión, vi a Bunny acercándose a mí, lo tomé en mis brazos y caminé hacia donde estaba sentado mi padre.

-Buenas tardes papá- Dije aun somnoliento-.

-Hola Bill ¿Descansaste bien?

-Si ¿Y Tom dónde está?- Pregunté sonriendo, y fue cuando vi la mueca de incomodidad de mi padre, talvez algo había pasado- ¿Pasa algo?

-No, no sé donde está, pero de seguro regresa para cenar- Me senté a su lado y empecé a jugar con Bunny.

-Te gusta ese conejo ¿no?

-Si, es un lindo regalo de Tom, jamás me habían regalado una mascota así de linda, le estoy muy agradecido.

-Bill ¿Llamaste a tu madre?- Otra vez con ese tema, aun no había llamado, es que si llamaba se iba a enterar donde estaba, y deseaba con todas mis fuerzas que siga creyendo que sigo en la casa de Georg.

-Aun no, pero lo haré mañana en la mañana.

-¿Cuándo has pesando regresar?- Y me puse frío, por alguna razón mi padre era distinto. Él me había dicho que me podía quedar, ahora sentía como si quisiese que regrese.

Intenté responder pero la puerta se abrió y ahí estaba Tom entrando, no pude evitar sonreírle, había llegado. Hasta cuando dormía yo lo extrañaba. Me paré, deje a Bunny y caminé hacia él para abrazarlo, pero él me esquivó. Caminó hacia la mesa y puso unas cajas de comida.

-Hola Tomi- Dije algo consternado-.

-Hola ¿Descansaste bien?- Preguntó y me sonrió. Ahí estaba el mismo Tomi del cual me había enamorado.

-Si ¿Estás bien?- Por alguna razón él y mi padre no podían evitar lanzarse miradas, como si mi padre lo vigilara y empecé a incomodarme.

-Si, vamos a cenar

Había un silencio incómodo mientras estábamos todos en la mesa. Talvez ellos estaban cansados, como yo había dormido tanto. Así que no le tomé importancia.

Habiendo acabado la deliciosa cena los tres nos sentamos en la sala a ver televisión, era día libre de papá, así que descansaría en casa, yo no tenía sueño pero eran ya cerca de las once de la noche. Vimos dos películas seguidas hablando y comentándolas, aun así el ambiente era serio, quería recostarme junto a Tom en el sofá, pero teníamos a nuestro padre en medio de nosotros. Pero sería paciente, quería estar con Tom, así que esperaría a sea más tarde.

-Bien, debo ir a dormir. Dijo mi padre- Poniéndose en pie, para luego mirar a Tom.

-Hasta mañana papá- Dije-.

-Ve a tu habitación Bill, descansa. Tom tú te quedas aquí- Dijo mirándolo a lo que Tom asintió.

Así fui a la habitación, me cambié poniéndome un pijama, y la luz se apagó. Recostado en la cama esperé y esperé a Tom. Al ver que no llegaba decidí salir. Lo encontré recostado en el mueble, no sé si dormía. Sin hacer ruido me acerqué y me puse de rodillas frente a él y suspiré. Pasé un dedo sobre sus labios tan suaves. Se levantó de un sobresalto y me tomó de la mano.

-Bill ¿Qué haces?- Dijo sorprendido.

Me agaché y lo besé.

-Espera Bill no, mi padre, él puede salir.

-Shh- Puse mi dedo índice en sus labios y me subí en su encima- Te extrañé Tom- le susurré.

-También te extrañé pero...- Metí mi mano en sus boxers hasta tocar su miembro- ahh Bill no podemos.

-shh no haremos ruido, prometo no gemir, Tomi quiero estar contigo esta noche- Sé que sonaba muy demandante pero sabía que no dormiría hasta hacerlo.

Empecé a masturbarlo y él me correspondió. Puso sus manos en mi trasero y buscó mi entrada, tuve que apretar mis labios ahogando un gemido. Me levanté un poco y me quité el pantalón de pijama, lo mismo hizo Tom. Lo íbamos a hacer ahí. Sé que era de lo más arriesgado pero es que no podía evitarlo, lo deseaba tanto, y estaba seguro que él también.

Me puse a horcadillas sobre él. Humedeció sus dedos y tanteó mi entrada de nuevo, me estremecí pero no debía gritar, lo sentí entrar y mover sus dedos dentro de mí. Me puse una mano en la boca, y poco a poco, después de sentirme dilatado retiró sus dedos para tomarme de la cadera con una mano y con la otra tomar su miembro erecto y situarlo debajo de mi entrada y bajé sobre él penetrándome. Ya no dolía como la primera vez, me quedé ahí y miré a Tom quien se puso una mano sobre su boca, sólo se oía nuestras respiraciones agitadas.

-Muévete- Dijo en un susurro. A lo que obedecí, y empecé a moverme de atrás hacia delante apoyándome en su pecho, cada vez más rápido, sentí a Tom estremecerse, y vi, vi lágrimas brotando de sus ojos brillando el la oscuridad.

-¿Tom?- Dije bajito mientras me movía, eso no era normal. Se alzó sobre sus codos y me atrajo más hacia él-.

-No quiero separarme de ti Bill- Dijo con la voz entrecortada-.

-Jamás pasará, nunca me separaré de ti- Por alguna razón vi desesperación en sus ojos.

En un movimiento desesperado me tomó de los brazos, alzándome salió de mí y me recostó sobre mi espalda bajo él. Puso una mano en mi boca y me penetró. Me apoyé en sus hombros, colocando mis piernas alrededor de su cadera.

Esa noche me hizo el amor como loco...