Mi Otra Mitad... por Pink Girl (CAP 15)

(COMENTARIOS PARA LA LINDA ESCRITORA GRAX)

"TODO ESFUERZO ES RECOMPENSADO" CAP 15

Por Tom:

No podía creer que Bill iría conmigo a trabajar con mi tío Henry, es que la verdad era un trabajo muy pesado. Solía hacerlo cada fin de semana o cuando salía temprano de la escuela o no había mucha tarea, o cuando sencillamente necesitaba dinero como lo hice aquella vez cuando vi a Bunny en la tienda, lo compré con el dinero de papá pero después tuve que trabajar para devolvérselo.

Estábamos en la sala esperando que Henry nos recogiera, mi papá nos dio nuestra cena para llevar poniéndola en una mochila, el trabajo era hasta el día siguiente, sabía en qué consistía. O era una mudanza, o era una empresa que necesitaba mover su mercadería para distribuirla a tiendas; yo que sé, pero nuestro trabajo era sacar todas aquellas cosas del camión o llenar el camión y teníamos que ser rápidos, nos pagaban por eficiencia y si veían que no trabajabas podían pedirte que te retiraras y no quería que pase eso con Bill.

Tocaron la puerta, mi padre abrió y era Gustav, él y yo acostumbrábamos a tomar ese trabajo de vez en cuando aparte de tocar con una banda en un hotel cerca de aquí, también nos pagaban, no era mucho como este trabajo pero al menos haciendo algo divertido ganábamos algo de dinero.

-Hola Tom- Dijo saludándome-.

-Hola, Gustav él es Bill mi hermano gemelo del que te hablé- Gustav se le acercó y le extendió la mano-.

-Mucho gusto Gustav- Dijo Bill sonriéndole, aquella sonrisa que me tenía embodado.

-El gusto es mío, Tom me ha hablado tanto de ti, me alegra conocer al gemelo de mi mejor amigo.

-Él vendrá con nosotros Gustav, quiere trabajar hoy también, mi papá ya habló con Henry- Pude ver la mirada de incredulidad en mi amigo, miró a Bill de pies a cabeza y luego le sonrió.

-Oh, genial, seremos tres entonces, tres es mejor que dos, siempre se necesitan manos- Dijo con una sonrisa algo fingida.

En fin, eran las tres en punto y Henry tocó el claxon de su camión, era la señal para salir. Nos pusimos nuestros abrigos, como trabajaríamos de noche los necesitaríamos, también llevábamos termos con agua caliente y claro la cena de hoy. Nos despedimos de mi padre, él me hizo una señal como diciéndome "Ayuda a Bill en todo lo que puedas, ya sabes, él no se ve un chico como para este tipo de trabajo, vamos Tom, se responsable, cuida a tu hermano". Si, todo eso me dijo con un solo gesto, no fue difícil descifrarlo.

Al salir vimos a Henry y a Heidi en el camión. No sabía que ella iría, pero claro era de suponer ya que si no iba se quedaría sola en casa. Sabía que Bill quería viajar junto a mí, pero no alcanzaríamos en la parte delantera del camión, yo tendría que ir atrás, en donde está la carga junto con Gustav. Iba a decir para que Bill viaje junto a Heidi, de seguro que no le gustaría la idea, pero así no pasaría frío y viajaría más cómodo.

-Bill-Dije agarrándole del brazo- sube adelante.

-Tú ¿Dónde irás?- Dijo viéndome preocupado-.

-Iré con Gustav atrás, siempre vamos ahí, vamos sube.

-Pues también quiero ir con ustedes, Tom no quiero que me trates como a una chica, además no quiero viajar junto a ella.- Dijo señalando disimuladamente por donde estaba Heidi.

Henry se dio cuenta de que estábamos discutiendo. Teníamos que apurarnos, fui hacia el camión tomando a Bill del brazo.

-Hola tío, él es mi hermano Bill del que te habló mi padre ¿Puede ir adelante?

-Claro que puede, mucho gusto Bill soy Henry, es un placer conocerte, me alegra que quieras trabajar con nosotros hoy- Pude ver a Bill algo desconcertado- Vamos sube- Le dijo mi tío-.

-Mucho gusto, gracias por su invitación, voy con Tom en la parte de atrás del camión, gracias- "Oh no Bill, aquí vamos de nuevo, mal otra vez"

-Puedes viajar junto a mí- Dijo Heidi, sabía que eso empeoraría las cosas.

-Gracias, pero prefiero ir con los chicos atrás- Sentenció Bill, a lo que mi tío lo tomó como buena idea y se bajó del camión para abrirnos la puerta trasera.

Caminamos algo serios, sabía que Bill se encontraba algo incómodo por la situación. Aun así los tres subimos, buscamos un lugar donde sentarnos y esperamos en silencio a que el camión avance.

-Y bien... -Dijo Gustav rompiendo el hielo- Así que vives en Hamburgo ¿Verdad?- preguntó mirando a Bill, quien se encontraba sentado en una caja algo distante de mí.

-Si vivo allá- Dijo serio-.

-Y ¿Por cuánto tiempo piensas quedarte aquí en Bremen?- Me miró y no supo qué responder-.

-Yo... me gustaría quedarme aquí para siempre- dijo mirándome, después me sonrió.

-Ven aquí.- Le dije haciéndole un espacio junto a mí a lo que él respondió con una de sus sonrisas más encantadoras y se sentó a mi lado; lo abracé, empezaba a hacer frío el viaje tardaría algunas horas.

Al llegar a nuestro destino, bajamos del camión algo entumecidos, nos estiramos y esperamos las instrucciones de mi tío. Heidi nos sirvió bebidas calientes para calentarnos un poco.

-Bien, llegamos.- Dijo Henry- Ahora lo que deben hacer es sacar todas las cajas que están en el camión y ponerlas aquí, una sobre otra, mientras yo voy por la nueva carga. Tienen guantes, tienen sogas, ahí esta todo, Tom ya sabes como es ¿no? Los dejo, regreso en un momento tienen 30 minutos-Y se fue para hablar con los encargados del lugar para transportar la nueva carga.

-Bill vamos- Le dije señalándole el camión- Tenemos que sacarlas una por una.

-De dos en dos- Intervino Gustav, así lo hacíamos, pero como estaba Bill no iba a permitir que cargue demasiado.

-Uno por uno para empezar Gustav- Dije mirándole fijamente, él entendió mi mensaje, no sé que habrá pensado pero no me importaba.

Heidi subió al camión y se puso a ayudarnos, empezamos a bajar las cajas. No podía quitar la vista de Bill, le pasaba cajas pequeñas, trataba de ayudarle a bajar las grandes.

-Vamos Tom- Dijo Heidi- él puede bajarlas solas, ni a mi me ayudas y le ayudas a él, raro está eso jajaja- Vi como Bill le lanzaba una mirada fulminante, es que nada de lo que ella dijese le parecía bien, en parte le entendía, pero ella era como mi hermana.

- Heidi, basta por favor- dije, no quería una pelea más entre ellos.

-Bombón, encontré tus anillos- le dijo a Bill- Si quieres te los doy, mi padre no me deja usarlos, están en mi casa.-Bill le sonrió educadamente-.

-Ya no me sirven, puedes quedártelos, no me importan- Dijo mirándome. A lo que le respondí con una sonrisa, bajando la mirada recordando la mañana tan erótica que habíamos tenido, en cierta forma gracias a esos anillos.

Aun no terminábamos, y el tiempo corría, pronto llegará mi tío con la nueva carga. Veía a Bill muy cansado, sabía que iba a ser así, aun así él trataba de bajar y bajar más cajas lo más rápido posible. No pude evitarlo y me acerqué a él.

-¿Estás bien?-. Pregunté pasando un brazo por su espalda-.

-Si, no te preocupes, aun faltan esas cajas-. Dijo agitado por el cansancio.

-Vamos a bajarlas juntos ¿Está bien?- Asintió y subimos al camión los dos, en el fondo, no pude evitar besarlo a lo cual él me correspondió con gusto. Le di una pequeña palmada en el trasero a lo que respondió con una risita y un liego rubor se formó en sus mejillas.

-Estoy bien Tomi, contigo cualquier trabajo es bueno, si es a tu lado- Estuve a punto de volver a besarlo hasta que un grito femenino nos sacó de nuestro momento.

-¡hey las cajas! ¡hello!- Dijo Heidi asomándose por la entrada del camión-.

-¡Ya va!- Dije serio, cuando no ella apurándonos-.

Al terminar la primera parte del trabajo, eran casi las siete de la noche y todos teníamos hambre. Mientras mi tío regresaba con una libreta y otras personas más para darnos más instrucciones aprovechamos para cenar ahí sentados sobre unas cajas. Heidi sacaba la cena que habíamos llevado, claro que alistamos uno vegetariano para Bill.

-¡Oh por Dios! Alguien metió la comida del conejo en este taper- Dijo ella. Me paré de mi sitio y se lo quité.

-Trae acá, es de mi hermano- Dije serio, ella empezó a reír-.

-Gracias- dijo Bill cuando le pasé su comida-.

Y así todos empezamos a cenar, mientras mi tío nos indicaba lo que vendría. Nos presentó a otros señores que supervisarían la carga, no sé que era pero así era ese trabajo.

-Bien carryboys, tenemos que meter todas estas cajas pero en orden, les explico, las que tienen marcas azules van primero, serán lo último que entreguemos; las rojas Irán después, las amarillas después y al final las que tienen letras en verde. Estos señores les ayudarán. Así que empecemos.

Tuvimos que dejar nuestra cena a medias, no nos dejarían tiempo para terminar. Heidi las guardó, las terminaríamos en el camión.

Así empezamos otra vez, a levantar las cajas más grandes con una máquina especial, y Gustav y yo las acomodábamos dentro del camión, Bill con otros hombres movían las cajas para subirlas a la maquina quien las alzaba a la altura de éste.

-Vamos muchacho, muévete rápido- Oí decir a uno de esos hombres, no debí dejar a Bill sólo con ellos ¡No debí!

-¡hey nene! No podrás con esa caja ¡Qué haces!- le decía alguien a Bill. Él intentaba levantar una "¡Santo cielo! ¡Bill qué haces!" no pude más y bajé del camión a donde él se encontraba, dejando a Gustav con su mirada atónita.

Corrí hasta llegar donde él y sostener la caja que llevaba.

-Bill, no, así no, después no tendrás más fuerza, estas cajas se cargan con la máquina, deja que yo lo hago.

-Yo puedo Tom.- empezó a forcejear conmigo.

-No, yo lo subo- Insistí-.

-¡Hey nenes! ¡Dejen de hablar y traigan eso aquí!-Gritó uno de los hombres-.

Así pasamos ese rato, yo tras Bill cargando todo lo que creía que él no podía, Bill quitándome las cajas grandes y subiéndolas a la máquina. Heidi riéndose de todo mirándonos discutir y Gustav serio por mi actitud hacia Bill.

-Tom en serio, le tratas como si fuera tu hermana, es tu gemelo, vamos déjalo que él está demostrando que si puede con este trabajo- Dijo Gustav al verme tras Bill todo el tiempo.

Talvez tenía razón, pero aun así no podía quitarle los ojos de encima ni evitar tener que ayudarlo en todo.

Por Bill:

Siempre me he considerado un chico un tanto terco, cuando me proponía algo trataba de lograrlo así me cueste. Pero también sabía que era un tanto débil, esto de cargar cajas me estaba matando. Por esas razones luchaba conmigo mismo "¡voy a cargar esta maldita caja, si puedo!" "¡no puedo, pesa mucho, el cuerpo me duele!".

Todo el cuerpo me dolía como si un montón de gente me hubiera dado una paliza. Sentía que los brazos y las piernas me temblaban, y un dolor horrible y punzante recorría toda mi espalda, era realmente agotador. Me preguntaba si Tom estaba igual de adolorido que yo, incluso estaba sorprendido por Heidi, es que no me iba a dar por vencido viendo a una chica cargar cajas como hombre y más encima veía la forma de burlarse de mí.

-Bill, sube- me dijo Tom, indicándome subir al camión, pero aun había un grupo de cajas por subir-.

-Faltan cajas, voy por ellas.

-No, yo voy, sube para que ates las cajas para que no se caigan cuando estemos dentro del camión- Al menos era un trabajo un poco más sencillo.

Cuando estábamos ya todos en el camión, me di cuenta de que en realidad eso fue sólo el principio del trabajo. Buscando un espacio para viajar, los tres nos sentamos ahí adentro, Tom me hizo un espacio a su lado y me abrazó. No quería mostrarme débil, debía aguantar el dolor y el cansancio lo más que podía. Teníamos en nuestras manos la cena que aun no habíamos terminado antes, pero la verdad es que no tenía hambre, tenía una sensación de nauseas y algo de mareo, tenía mucho frío. Aun así debía ser fuerte.

-Bill, come, sé que está frío, pero si no comes nada será peor- Dijo Tom al darse cuenta de que no quería abrir el recipiente de mi comida. Gustav y él comían tan desesperados.

-Lo siento Tomi, en verdad no tengo hambre, estoy bien.

-Yo diría que te vez algo mal- Dijo Gustav- Estas muy pálido ¿Seguro quieres seguir? Aun faltan cuatro lugares donde tenemos que desembarcar todo esto.

-Seguiré- Dije tajante-.

El camino continuó, y el trabajo se hizo cada vez más arduo, me sentía desfallecer, Tom prefería que me quedara en el camión pasando las cajas mientras él y Gustav las llevaban a los almacenes donde debían entregarse. Sentía mi respiración cada vez más pesada, aun así continué hasta que fueron las cuatro de la mañana y la última carga fue entregada.

-Al fin-Dijo Gustav- ¿Estás bien?- Me preguntó-.

-Si, gracias- En realidad tenía el cuerpo molido, dolido y tembloroso, aparte de que sentía mucho frío.

Apoyé mi cabeza en el hombro de Tom y ahí me quedé.

Por Tom

No podía creer cuan arriesgado era Bill, en cierta forma estaba muy orgulloso de él. Ya terminada la faena, él dormía en mis brazos, sé que Gustav nos miraba raro, pero no podía evitarlo, era mi amor y estaba así de cansado y deshecho.

Se abrió la puerta para salir, ya eran las ocho de la mañana y al fin estábamos en casa.

Intenté despertar a Bill dándole unas palmaditas en la mejilla. Abrió los ojos lentamente y la luz hizo que los vuelva a cerrar y que se acurrucara más en mi cuello. Así que lo alcé en mis brazos cargándolo y lo bajé de ahí, sin dar importancia a la mirada atónita de Gustav.

-Gustav, es mi hermano ok, diez minutos menor que yo, está cansado, por eso lo llevo así, deja de poner esa cara- Dije mirándole de reojo-.

-Yo no dijo nada, sólo que me sorprende, ya sabes ni con Heidi eres así.

-Ella es sólo una amiga.- Dije serio-.

Al bajar de ahí, mi tío me dio un sobre, era nuestra paga, me despedí de todos. Con Bill en brazos entré a la casa, al fin después de toda una tarde y una noche. Lo recosté en el sofá. Puse agua a calentar, alimenté a Bunny, y esperé a que despertara. Me arrodillé en la alfombra y lo observé dormir, pero si era tan adorable, no pude evitar y lo besé. Ahí despertó.

-¡Tomi!- Me rodeó en sus brazos y me besó.

-Bill, al fin despiertas

-¿Qué hora es?

-Van a ser las diez de la mañana, tengo algo para ti que dejó Henry- Fui por el sobre y se lo di todo. Lo tomó y lo abrió.

-200 euros, en una noche ¡Tom ganamos 400 euros juntos en una noche! ¡Se siente tan bien después de tanto trabajo!- En realidad sólo eran 100 euros para cada uno pero quería dárselo todo. Sus ojos brillaban de felicidad, que lindo era.

-Si, todo esfuerzo es recompensado, eso es lo interesante de trabajar- dije sonriéndole- Has de estar muy cansado conejo, mejor sigue durmiendo.

-No, deseo darme una ducha, después dormiré.

-Está bien

-Me acompañas Tomi- Dijo con una sonrisa sugestiva-.

Accedí de inmediato. Como amaba bañarme con él.

Ya en el baño le ayudé a desvestirse, y entramos juntos a la ducha, un baño caliente después de todo era lo que más deseaba. Ya bañándonos ambos desnudos, ayudé a lavar su cabello. Pero Bill se me acercaba tanto, tenía su cuerpo desnudo y mojado pegado al mío.

-Conejo, sino te alejas habrá consecuencias, y ya has tendido demasiada actividad por la noche, has de estar cansado.

-Tomi, para ti no estoy cansado- Me besó- Has sido tan bueno conmigo hoy y todo esfuerzo es recompensado Tomi- y una sonrisita se formó en sus labios- Quiero recompensarte.

-¿Bill?- Dije mientras me pasaba su lengua por mi cuello haciéndome estremecer.

Desconocía a ese Bill definitivamente, pero me gustaba. Me sorprendió aun más cuando después de besarme, aun más excitado, se separó de mi por un momento, se volteó dándome la espalda, colocó sus manos en la pared inclinándose, para después mirarme sugestivamente.

-Tomi, házmelo...- "oh Bill, a ti quién se te resiste"